viernes, 24 de febrero de 2017

Octava semana (Lunes 20 de febrero a viernes 24 de febrero)

Ésta fue mi última semana en la clínica, y especialmente este día estuvo lleno de emociones. Lo que más me llegó al corazón fue cuando un paciente nos dijo: "No permitiré que se vayan" o "quiero que se queden hasta que terminen mis sesiones". Después de escuchar eso juro que yo tampoco me quería ir. Que alguien te diga eso es sinónimo de lo bien que hiciste tu trabajo. Ahora estoy un poco triste y frustrado porque no me gusta dejar las cosas a "medias", de verdad me gustaría saber cómo sigue o cómo evoluciona su problema.

Dejando un poco atrás lo anterior, considero que mi estancia en la clínica durante la práctica 1 fue bastante buena y productiva. Este tiempo significó para mí una oportunidad para reforzar mis conocimientos y aprender algunas cosas nuevas. También representó un gran reto, el de entrar en contacto con pacientes reales. Dejar esos nervios de la primera vez atrás y aprender a comunicarme con ellos. A pesar de que fue poco tiempo (o por lo menos así fue mi percepción), pude fortalecer mi identidad profesional. Creo que al final no fue como lo esperaba y eso terminó encantándome.
Siempre fui puntua. Mi actitud ante los pacientes y compañeros siempre fue de respeto y cordialidad. Siempre estuve dispuesto a ayudar a los compañeros de práctica "mayor" y participé activamente para resolver las dudas de los pacientes en cuanto a los tratamientos. 
Si me pidieran un número para calificar mi estancia en la clínica, diría que un 9.5. Escojo ese número porque considero que me faltó más investigar y proponer nuevos tratamientos para los pacientes, y también porque mi participación durante los talleres quizá no fue la mejor, aunque tampoco considero que haya estado muy mal.



viernes, 17 de febrero de 2017

Séptima semana (lunes 13 de febrero- viernes 17 de febrero)

Esta semana ha sido de las más pesadas, no solo en el aspecto de la clínica, sino en el cuatrimestre. Entre tareas de otras materias y las propias de la práctica clínica se fue consumiendo mi tiempo y aún así sentí que no fue suficiente. Por otra parte, me di cuenta de ya solo queda una semana para que termine mi período y un poco de melancolía ha llegado a mí. Cuando entré creía que cuando llegara este momento sería el más feliz, pero creo que me equivoqué. De cierta forma le he tomado cariño a la clínica, pero sobre todo a mis compañeros. También ha surgido un sentimiento de admiración hacia los pasantes, de verdad me han sorprendido mucho. Cada que los escucho hablar sobre un tema no puedo evitar tener un poco de envidia (de la buena) y preguntarme a mí mismo: "cómo es que saben tanto" o "algún día podré saber tanto como ellos". Solo sé que me siento un poco apenado cada que me preguntan algo y tengo que responder que no sé, personalmente me frustra mucho éso.
Dejando atrás todo lo anterior, podría calificar esta semana como buena y productiva. Tuve la fortuna de entrar a valoración con un paciente que sufrió una fractura de peroné y que actualmente presentaba edema. Había leído antes y visto vídeos acerca del signo de la fóvea, pero fue hasta ese momento que en realidad lo vi por primera vez. Hoy entré a su primera sesión y le hicieron drenaje linfático (la primera vez que veo uno). Conforme a lo que observé al inicio y final puedo decir que fue una gran elección. Espero que durante la próxima semana pueda volver a entrar a sus terapias.

  

viernes, 10 de febrero de 2017

Sexta semana (7 de febrero- 10 de febrero)

Esta semana tuvimos 3 talleres, todos bastante interesantes, pero el que más me gustó, no por que sea el mejor ni mucho menos, sino porque nunca había trabajado con ese equipo, fue el taller del equipo de balance electrónico.
Mientras nos explicaban el funcionamiento no podía evitar dejar de pensar en las aplicaciones que se le pueden dar y a la vez tuve un poco de nostalgia saber el poco uso que se le da.
Motivado un poco por todo lo anterior, busqué artículos relacionados al tema. Encontré uno bastante interesante que además se enlazaba con un tema que me había llamado la atención en otra materia, la parálisis cerebral diplejia espástica.



En él se hizo un estudio comparativo en 40 niños, de entre 5 a 7 años, diagnosticados con parálisis cerebral diplejia espástica. El total de niños fue dividido en dos grupos de 20 cada uno, un grupo control y uno experimental.
Ambos grupos fueron tratados una hora, tres veces por semana, durante tres meses mediante ejercicios progresivos que buscaban, principalmente, inhibir el tono muscular anormal, inhibir los reflejos anormales y facilitar los patrones de movimiento. Empezaban con ejercicios de estiramiento activo, posterior, el paso de una posición supina y prona a la bipedestación, fortalecimiento de cuadriceps, abductores de cadera y dorsiflexores de tobillo, para llegar finalmente a la reeducación de la marcha.
Al grupo estudio se le implementó además, 36 sesiones en el sistema de equilibrio electrónico con un total de 15 minutos por sesión. Al final, los resultados arrojaron que en ambos grupos hubo mejoría en la inclinación del tronco, pelvis y mejora de desequilibrio, pero que en el grupo experimental fueron mayores.

Como conclusión me gustaría añadir que en la fisioterapia se deberían utilizar técnicas innovadores con la ayuda de la tecnología y deberíamos hacer más investigación respecto a ese tema. Me cansa un poco ver la mismas técnica como aplastar una pelota contra el piso para fortalecer de manera isométrica.

viernes, 3 de febrero de 2017

Quinta semana (30 de enero- 3 de febrero)

Esta semana ha sido la que más me ha agradado hasta el momento y de verdad espero que el tiempo que me queda sea todavía mejor. Tuve la oportunidad de ver a 4 diferentes pacientes y consumí la mayor parte de mi tiempo en estar en sus tratamientos. Me dí a  la tarea, con el permiso de los practicantes a cargo, de anotar las dosificaciones de sus tratamientos con el único fin de investigar un poco sobre ello.
Tuve la fortuna de observar las radiografías de un paciente con gonartrosis de rodilla izquierda y creo que quedé, aunque parezca exagerado, un poco impresionado al ver las estructuras anormales que allí figuraban además de presentar una reducción del espacio articular. No sé mucho de radiología, pero inmediatamente recordé mis clases de fisiopatología II donde veíamos las características clínicas del paciente con artitis reumatoide, ahí se mencionó que una de éstas era la presencia de "geodas", en contraste con la osteoartrosis donde el signo característico es la presencia de "osteofitos". Así que lo supe de inmediato, aquello que se veía en la radiografía y que después confirmé leyendo el diagnóstico médico, eran osteofitos.
Investigué un poco y esto fue lo que encontré:
"La osteoartritis es una enfermedad degenerativa de las articulaciones que afecta con frecuencia la rodilla.Los síntomas incluyen dolor, rigidez y limitación funcional, con pérdida de autonomía. El signo característico es la presencia de osteofios. Los osteofitos se forman a partir de cartílago y luego se osifican, posteriormente se produce un crecimiento neurovascular, de manera que los osteofitos tienen inervación nerviosa"

Esta imagen me gustó demasiado porque en ella se ve de manera clara la perdida de cartílago y la formación de los osteofitos (puntos marcados con estrella)


En conclusión diré que este caso me ha dado varios momentos de reflexión, investigación, pero sobre todo, aprendizaje. Mi plan es seguir buscando información acerca de la efectividad del tratamiento fisioterapéutico.