Esta semana inició con un examen sorpresa, que al final terminó siendo una buena retroalimentación y llamada de atención para todos o por lo menos a mí si me ayudó a reflexionar acerca de lo mucho que me queda por aprender y de lo poco que hago para mejorar.
Después se siguió con la dinámica de los casos clínicos, y para ser sincero no me gustó mucho. En primer lugar porque volvíamos de vacaciones y retomamos un caso del que casi no me acordaba, y creo que no fui el único. En segundo lugar, porque ha sido una semana pesada y no me agrada tanto solo escuchar hablar a mis demás compañeros. A pesar de eso, creo que hubo cosas rescatables, entre ellas, repasé algunas pruebas funcionales para valorar hombro y aprendí algunas nuevas. Me gustó mucho el hecho de que algunos compañeros pasaron al frente y nos enseñaron cómo se hacían dichas pruebas, aunque también me hubiera gustado haberlas practicado en ese momento.
Así transcurrió la semana hasta que llegó el día de hoy. Hoy se termina nuestra estancia en la clínica y de verdad me llevo muchas cosas positivas de ella. Me gusta mucho el ambiente de trabajo, la relación que hay entre los compañeros y la disposición que tienen los pasantes para resolver dudas o para ayudarnos. En realidad si extrañaré estar ahí, aunque quizá no por mucho tiempo porque es probable que elija cursar mi práctica clínica dos en verano allí.
Me siento muy contento y agradecido por haber tenido la oportunidad de vivir experiencias muy lindas durante mi estancia. Tengo muchas ganas de pasar a la práctica clínica dos, aunque esto en realidad me ponga un tanto nervioso. A menudo suelo preguntarme si lograré cumplir con la responsabilidad de tener a un paciente a mi cargo o si mis conocimientos serán suficientes para ayudarlo.
Estoy a punto de terminar esta etapa y creo que estoy mucho más preparado y comprometido con mi carrera, a la vez que soy mucho más maduro en la toma de mis decisiones.